Porque me heriste una y otra vez aunque sabías lo que hacías. Porque nunca estubiste ahí cuando te necesitaba. Porque me viste llorar más de una vez y te diste la vuelta. Porque nunca me devolviste ni la mitad de lo que yo te di. Porque me mentiste con palabras gigantes. Porque me tratase mal cuando estube ahí. Porque nunca me dijiste gracias. Porque me subestimaste y me dejaste atrás. Porque mi nombre nunca encabezaba en la lista de tus planes. Porque hasta me hiciste pensar que la amistad verdadera no existía. Porque a pesar de todo el mal que me hiciste, te seguí queriendo y mantuve la esperanza de que cambiaras. Por todo eso, cuando me necesites no voy a estar, me cansé, no soy de hierro y mi cuerpo no puede soportar más deshidratación por lágrimas. Quiero empezar de nuevo. No quiero perder la fe en la amistad. Dejame ser feliz, porque vos misma me sacaste los restos de felicidad. Y me seguis lastimando. Pero ya no, porque cuando más me necesites, te vas a dar cuenta de lo que mi hiciste, pero no voy a estar.